jueves, 9 de junio de 2011

Cabello trenzado


Él era ciego, la amaba y ella lo amaba a él. Ella lo estaba esperando afuera de la escuela, como todos los días, lo vio acercarse, lo único que lo separaba de ella, era cruzar la calle; ella vio el automóvil que él no vio, y vio también cómo el auto le pegaba y tiró su cuerpo sobre la acera. Ella corrió, atravesó la calle para asegurarse que él estuviera bien.
-¿Estás bien?
Dijo mientras se arrodillaba y tomaba su cabeza en sus manos, no lo levantó.
-Sí
Ella suspiró de alivio, había sido sólo un golpe y una caída, nada malo ni grave. Él acarició su cabello y le dijo:
-Te trenzaste el cabello, y te quedó muy bien, te ves hermosa
Ella sonrió
-¿Cómo sabes eso?
-Simplemente lo sé…¿te puedo pedir un favor?
-Lo que quieras
-El día de nuestra boda, trénzate el cabello, justo como hoy, ¿me lo prometes?
-¿Me estás pidiendo matrimonio acaso?
-Sí, busca en el bolsillo de mi chamarra
Ella buscó, y lo que encontró fue un anillo de compromiso
-Te lo prometo
Se besaron